miércoles, 28 de octubre de 2009

La aventura del domingo

En mis aventuras de fin de semana me enviaron a recoger un perro abandonado en un barrio de esta ciudad, asique cogí una furgo y me dirigí a mi destino. Fue muy fácil, llegue a la casa donde le habían recogido, cogí al perrito, le monte en la furgo y nos marchamos.

Cuando estaba saliendo del pueblo vi una colonia de gatitos preciosos que me miraban sonrientes, sí, sí, les digo que parecía que me sonreían. Pues ni corta ni perezosa me pare para echarles un vistazo y disfrutar de tan maravilloso paisaje. Eran unos 5, de la raza snowhoes (y digo raza porque algo de esta raza tenían, eran callejeros, mestizos con un toque de snowshoes que les hacía más preciosos aún sin cabe) que se alejaban de mi un poquito desconfiados. Allí, sonriente por ver el buen estado de los animales, se detuvo mi mirada hacia una gatita tricolor que se había movido muy despacio y me miraba asustada. Razón tenia la peque, cuando la vi moverse un poquito más observe que sus dos patas traseras no tenían movimiento. Se arrastraba.

Rápidamente acudí a la casa de la señora que me dio el perro y afortunadamente tenia un transportin para coger a la gatita.

Pues he aquí el comienzo de nuestro infierno, el de la gatita y el mio. Ella luchando para que yo no la cogiera y yo luchando por cogerla y no dejarla morir en esas circunstancias.

No llevaba mis guantes de coger gatos, solo una misera toalla y una mantita que me había dejado la señora del transportin y del perro. Primero lo intente con la toalla, la cogí y la metí en el transportin. Aquí comienzo su lucha, las patas no tenían movilidad pero saco la boca y me mordió hasta decir basta... muchas veces, atravesaba la toalla y se enganchaba a mis manos.

Os puedo asegurar que en aquel pueblo fantasma nadie me echo una mano, nadie se acercó a ver que hacia con el pobre animal. Nadie me pregunto si me lo llevaba para ayudarle o para...

Cuando conseguí cerrarla en el transportin (que no fue fácil) chorreaba de sangre y lo peor de todo es que no podía mover mi mano derecha. Pensé que no iba a poder conducir.

La gatita no tiene cura, es parapléjica. Mi mano sí, tengo dos dedos hinchados que superan el doble de su tamaño, la gatita consiguió traspasar una de mis uñas, pero yo sí tengo cura. En una semana y con ayuda de antibióticos todo volverá a su sitio.

Me pregunto sobre el destino de esta gatita si yo no hubiera pasado por allí. Creo que el ir a recoger al perro (cosa no habitual en mis acciones animalisticas) fue para encontrarme con ella.

Fue muy doloroso no poder hacer nada más por ella, pero me alegro de habérmela encontrado en mi camino.

Fue un placer conocerla.

viernes, 23 de octubre de 2009

Escorpio

Escorpio (24-10/22-11)

El gato Escorpio es el aventurero del horóscopo felino, los peligros no son un obstáculo para él, ningún tejado por alto que sea se le resiste. Por eso mucho de nuestros felinos Escorpio son callejeros, salen a buscar aventuras sin pensar en el futuro y, en ocasiones, no encuentras el camino de vuelta a casa. Pero eso tampoco les supone un trauma, la vida en la calle suele ser mucho más aventurera que la sedentaria de una casita tranquila.

El gato Escorpio es complicado, necesita mucho tu cariño y tus mimos, pero en la medida que a él le apetezca, nunca demasiado, lo justo para sentirse querido y poder iniciar nuevamente sus juegos y sus salidas al exterior. Tiene comprobado que nada más irte a trabajar tiene más encanto marcharse, no tiene que oír como le gritas que no se marche por los tejados del tejado y no se da sustos con tu delicada voz llamándole desgarradoramente para que no haga sus necesidades en el sofá del vecino, antiguo amigo intimo que ya no le visita tanto como a su humano le gustaría. El gato se cree que todas las propiedades son suyas y como tal puede hacer lo que le plazca.

Le encanta guardar tesoros, tiene en el jardín un lugar secreto donde guarda todo aquello que en un futuro puede serle de utilidad. Por ejemplo, nada más comprarte una maravillosa corbata que esperabas estrenar en la boda de otro amigo intimo, el gato Escorpio decidió que podría serle de utilidad para conquistar a una linda gatita del vecindario contiguo, asíque la saco del envoltorio, la llevo hasta el jardín y la enterró muy profundo para que su humano no pudiera encontrarla. Cuando abrió el agujero para guardarla recordó objetos que había guardado celosamente y que al final no habían tenido utilidad, unas gafas estupendas que al final nunca supo que hacer con ellas (eso sí, se divirtió extremadamente cuando su humano se volvió loco buscándolas).

El gato Escorpio es sigiloso, nunca le oyes llegar ni marcharse. Suele escabullirse entre las piernas y hacerte perder el equilibrio. Su humano esta desconcertado porque sabe que tiene problemas con la vista, pero últimamente se esta planteando ir a revisar su oído porque no es capaz de percibir al gato, siempre tropieza con él o llega a sentarse encima de él porque no le oye… el gato entonces saca sus uñas y le hacer saber de su presencia.

El gato Escorpio debe ser muy querido por ti porque te pone a prueba continuamente y puede que no salgas bien del camino todas las ocasiones. Le gusta verte en la cuerda floja, sobre todo cuando estas por el jardín y te aproximas a su tesoro oculto, no sabe por qué, pero su humano apenas puede salir a su hermoso jardín, el gato Escorpio le tiene vetado el camino.

AMOR.
El gato Escorpio es un conquistador. Su vida callejera le hace conocer muchas hembras, pero aún no ha encontrado a su aventurera felina que le haga palpitar de manera diferente. Sigue buscando y tiene esperanzas.

Tener un gato Escorpio es complicado, te hace cuestionarte si eres tú el adoptado o es él el dueño de la casa. Solo el tiempo te podrá dar la respuesta.